El objetivo: entrar a una vivienda. Es más que el hecho de abrir una puerta e ingresar. Es ingresar a una nueva forma de vida, a un mundo que (a veces) desconocemos. Y si lo conocemos, es reencontrarnos, en definitiva, vivir.

El proyecto para el nuevo ingreso a esta vivienda se pensó como un espacio más de la vivienda. El espacio de espera, de recibida, de acogimiento. Priorizar su uso y función en razón de las necesidades de los habitantes de la casa. A la fachada existente se le produce una sustracción, donde anteriormente se encontraba un espacio interior de la vivienda. Este espacio, contenedor, contiene un gran cerramiento de acero inoxidable: por un lado, una parte más ciega, la de la puerta, y por el otro, un paño fijo de vidrio esmerilado que tamiza la iluminación interior del espacio interior de ingreso.  

La vegetación se incorpora como proyecto global en la intervención, en plantas alojadas en maceteros y en la visual hacia la vegetación autóctona del lugar en el lado oeste.

Equipo: Adolfo Schlieper

Año: 2018

Fotografías: Adolfo Schlieper
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